Pese al calor que reina en casi toda la provincia, un manto blanco cubrió La Hoya. Los turistas aprovecharon a disfrutar el fenómeno. Y no faltó ni el muñeco de nieve. Mientras en algunas localidades del país las temperaturas en el verano superan los 38º, las montañas de Esquel amanecieron teñidas de blanco. Una sorpresiva y potente nevada en plena época estival fue el gran atractivo de los turistas que recorren la ciudad. La jornada del martes llovió durante todo el día, con lo que se presumía que los cerros que rodean a la ciudad amanezcan con nieve. Muchos de los visitantes se dirigieron al Centro de Actividades de Montaña La Hoya que mostró una postal poco habitual para esta altura del año. La diversión para los turistas estuvo en la zona intermedia donde la nieve tapó gran parte de los calzados. Muchos tuvieron que tomarse un café o consumir chocolate caliente para entrar en calor. El Servicio Meteorológico Nacional registró ayer una mínima de 8º, una máxima de 13º y lluvias intensas.
