Un espejo de agua verde y cristalina, abrazado por alerces añejos, se abre paso a la vista para quedar grabado como una postal en las retinas. Las eternas nieves del glaciar Torrecillas custodian a lo lejos, las aguas del Corcovado golpean, agitadas, en los rápidos del río. Y, al pie de la Cordillera de los Andes, los lagos ofrecen toda su riqueza a los pescadores. El sol resalta el variopinto paisaje del verano.
Cuando los hielos se repliegan, Esquel se prepara, majestuosa, para recibir a los visitantes que buscan maravillarse con sus colores y sus aguas. Rafting y deportes acuáticos para los más osados, paseos para los más tranquilos, y pesca para los amantes de la caña, son algunas de las actividades y excursiones que la ciudad patagónica ofrece para la temporada estival.
Para empaparse de aventura
A 90 kilómetros de la ciudad de Esquel, hacia el sur, se emplaza el famoso río Corcovado rodeado por cumbres rocosas nevadas, cipreses y maitenes, siempre verdes, que dan al cauce un marco excepcional que atrae a turistas de todo el mundo. El Corcovado no sólo es un río especial para la pesca deportiva, sino que sus rápidos también convocan a quienes se animan a la aventura del rafting.
Para quienes van en familia, entre los meses de septiembre y abril, se pueden hacer excursiones en gomones, atravesando rápidos de clase II, suaves y con poco oleaje. Grandes y chicos disfrutan de un día mágico en el río, con diversión asegurada y rodeados de paisajes soñados. Los que buscan más adrenalina, pueden optar por el rafting en rápidos de clase III, algo más fuertes, con olas irregulares, obstrucciones y pendientes escalonadas. Y, como el Corcovado tiene ofertas para todos, la dificultad y el vértigo suben más, en los rápidos clase IV. Los más osados y aventureros pueden hacer una excursión de rafting de hasta 10 kilómetros, atravesando todo tipo de rápidos, para llegar, finalmente, a la frontera con Chile. La adrenalina, combinada con increíbles paisajes, formados por los grandes cañones que atraviesan la Cordillera de los Andes, da como resultado un día inolvidable para cualquier visitante.
El paraíso de los pescadores
La variedad de paisajes, la calidad del agua y de los peces, hacen que Esquel sea uno de los destinos preferidos por pescadores de Argentina y de todo el mundo. La conexión con la naturaleza, garantizada por la baja densidad de población de la zona, la inmensidad de los paisajes y la paz del lugar, arman el ambiente perfecto que todo amante de este deporte busca. La trucha, en todas sus variedades, es la estrella de ríos y lagos. Trucha arco iris, trucha marrón, trucha de arroyo y salmón encerrado, además de salmón del Pacífico, son algunas de las especies que un pescador avezado puede encontrar en las aguas de la comarca. Para los novatos y los más experimentados, hay excursiones de todo tipo. Saliendo desde la ciudad, por la mañana bien temprano, y haciendo un trayecto relativamente corto – el destino más alejado implica una hora de viaje, como máximo – los pescadores son llevados hacia el Parque Nacional – donde hay una enorme variedad de ambientes acuáticos-, el Río Grande, el lago Futalaufquen, Rivadavia, Krugger, Río Arrayanes, Río Rivadavia o, fuera del Parque, al Río Corcovado o al Río Grande para probar suerte con la caña. La elección del lugar depende del criterio del guía- en función de los niveles de agua que haya en los espejos de agua- y de la pericia del pescador.
Todo lo que se pesca, se devuelve al agua, para preservar la especie. La aventura dura hasta que cae el sol, interrumpiéndose solo para probar un rico almuerzo - una comida fría o un asado, según el caso – a la orilla del lago o río correspondiente. La mayoría de las empresas que brindan este servicio lleva un guía por cada dos pescadores, preocupándose por brindar un trato personalizado y acorde a las demandas del visitante. El paisaje y la calidad de las especies hacen que pescadores de todo el mundo vuelvan cada año a Esquel a disfrutar de la pesca, y que otros tantos elijan esta ciudad para iniciarse en este deporte.
Un mundo sobre el agua
Para los que quieren llevarse postales inolvidables, la mejor recomendación es el paseo lacustre que se puede hacer dentro del Parque Nacional Los Alerces, un área protegida de 263 mil hectáreas. Sobre el inmenso Lago Futalaufquen, una maravilla de origen glaciario, que tiene una superficie de 45 kilómetros cuadrados, se encuentra Puerto Limonao. Desde allí parten, cada día, las embarcaciones que recorren el brazo sur, navegando hasta el Río Arrayanes, para desembocar en el maravilloso Lago Verde, que abre un paisaje que parece salido de un sueño. El verde, intenso en la vegetación que lo rodea, se hace esmeralda en el agua cristalina, quedando para siempre grabado en las retinas de los visitantes. En Puerto Mermoud, sobre el mismo espejo de agua, se desembarca para hacer una corta caminata, rodeados de naturaleza. La excursión sigue, saliendo desde Puerto Chucao, sobre el Lago Menéndez, desde donde se puede observar el glaciar Torrecillas, imponente, con sus nieves eternas. Navegando por el brazo norte del lago se llega a Puerto Sagrario, donde se desembarca para pasear entre cañaverales, coihues y alerces. Por la pasarela también se puede llegar hasta la cascada del lago Cisne. Para el cierre de la excursión queda el broche de oro: la visita al viejo Lahuán, el alerce milenario, de más de 2600 años y 57 metros de altura. El abuelo de todos los alerces del parque provoca asombro y admiración de todos los turistas. El paseo se puede hacer en dos modalidades: una larga, saliendo a la mañana y volviendo a la ciudad por la tarde, y otra de navegación más corta, que incluye solamente el último tramo del recorrido, saliendo desde Puerto Chucao .
Pero la oferta no termina aquí. En el lago Rosario, ubicado a 45 kilómetros de la ciudad, se puede practicar otros deportes. El lago también es apto para la pesca deportiva de truchas arco iris, marrones y pejerreyes. En los ríos Arrayánes, Rivadavia y Chubut, hay opciones para los que quieren pasear por el agua pero sin los sobresaltos del rafting. Las flotadas, una navegación sobre una balsa con remos, son una excelente opción tanto para los que quieren dar un paseo apacible como para los amantes de la pesca.
En forma de lagos, ríos, espejos, rápidos y glaciares, las aguas de Esquel son, durante todo el verano, el destino para aquellos mochileros de espíritu aventurero, familias con chicos, y jóvenes de la tercera edad, que buscan la combinación perfecta entre el contacto con la naturaleza, la paz y la aventura.
Datos útiles:
http://www.esquel.gov.ar/turismo/pesca.phpRafting: GRUPO EPA www.grupoepa.com www.epaexpediciones.com
Tarifa aproximada: Desde $250 a $700, según la excursión elegida, grado de dificultad, etc, con equipos incluidos. Precios diferenciados por grupo familiar.
Expedición Lacustre:
Tarifa aproximada: $340 por excursión corta desde Puerto Chucao y $420 desde Limonao por excursión de día completo. Descuentos para menores, estudiantes y jubilados.
http://www.esquel.gov.ar/turismo/alerzal.php
http://www.esquel.gov.ar/turismo/agencias.php
